Kilner

Seguro que alguna vez has visto los tarros Kilner, aunque no lo sepas. Y es que están considerados en el mundo entero, los mejores para conservar y guardar alimentos.

Más información sobre Kilner

Revolucionaron la cocina de la época, y fueron premiados en 1862 en la Gran Exposición Internacional de Londres, por sus productos de vidrio. El frasco Kilner ha estado presente desde entonces en la mayoría de hogares ingleses, gracias a su resistencia a golpes y roturas y a su cierre a presión.

La marca y la patente pasaron a manos de la United Glass Bottle. Y en 2003, de The Rayware Group, que la produce en la actualidad, junto a nuevas líneas de productos.

Los tarros y jarras Kilner

Los tarros Kilner son tan famosos que tienen incluso entrada propia en la Wikipedia. Cuando John Kilner introdujo en Inglaterra el tarro Kilner, fue toda una revolución. Su diseño de tarro y tapa sujetos por un aro metálico y una goma que garantizara el cierre hermético, supusieron un gran adelanto en las despensas de la época, que se veían afectadas por el deterioro de sus conservas (indispensables para vivir en invierno). El vidrio, además, no absorbe olores y es fácil de limpiar.

La amplia línea de productos Kilner del siglo XXI mantiene sus líneas simples y diseños útiles, pensados para simplificar su uso. Y sigue apostando por el vidrio.

Su objetivo: las conservas

Desde el principio Kilner nació para ofrecer una solución a la necesidad de conservar alimentos de forma saludable. Antes de los frigoríficos, la carne se salaba o se ahumaba y las verduras se conservaban en vinagre o con azúcar de caña o de remolacha (chutneys y confituras). El cuero, la madera, la cerámica horneada, cestas y arcones eran los utensilios comunes donde conservarlos. Es el en siglo XIX cuando se descubre “la pasteurización” o el método de hervir los alimentos en el interior de un bote cerrado, para conservarlos con pleno aroma y sabor.

Kilner está tan especializada en la conservación de alimentos que en su web, ofrece guías para iniciarse, esterilizar los tarros, información sobre el proceso de fermentación y cómo hacer mermeladas y confituras, pickles y chutneys.

Para conservar de forma casera un alimento, es imprescindible prevenir su deterioro microbiológico y enzimático, que dañaría la salud. Para conservarlo durante un largo periodo de tiempo, se debe seguir rigurosamente la técnica de conservación, teniendo en cuenta que cada alimento tiene diferentes niveles de ph y de agua, que condicionan el proceso. La conservación al vacío evita la aparición de mohos y levaduras, porque estos son muy sensibles a la falta de oxígeno. La conservación en ácidos, la proliferación de bacterias.

La esterilización necesita de calor y de tiempo para eliminar a todas ellas. Por ello se lavan los tarros, tapas y utensilios en el lavaplatos a temperaturas altas (o a mano, bien a fondo). Se colocan los tarros de cristal cerrados, con los ingredientes a conservar dentro y previamente calentados y sin tocar nunca su interior, en una olla con agua hirviendo (baño María), en un tiempo determinado según lo que se va a conservar. También se puede hacer colocándolos en una olla a presión.

La conservación de alimentos es el método ideal para reservar para invierno los tomates de verano llenos de sabor, un exceso de frutas, sus sabores en mermeladas…

En Lecuine.com encuentras lotes de sus famosos tarros para conversar, tanto como pinzas para ayudarte a esterilizarlos, o el termómetro para controlar la cocción.

Tarros y jarras Kilner para todo

Con la marca Kilner y su garantía de calidad, existe hoy en el mercado una amplia gama de productos. Tarros universales para cocina y baño, para cosmética, e infinidad de usos que la misma marca recomienda (como terrarios, farolillos, para Halloween, cócteles, jaboneras, chocolateras…).

En Lecuine.com tienes los clásicos tarros Kilner para esterilizar y conservar alimentos de varios tamaños y formas. Como sus famosas jarras dispensadoras de bebidas, tarros para mermeladas, bote hermético de miel. Y especialidades como la máquina de mantequilla o el molinillo manual de café.